El tiempo dirá si los gestos y conductas mostradas por la dirigencia del Frente de Todos (FdT) en Tucumán fueron un verdadero pacto de unidad. A una semana después del cimbronazo externo e interno que trajo aparejada de la salida del ex ministro de Economía Martín Guzmán, ministros, legisladores y gobernadores aliados hablaron de la llegada de un nuevo tiempo e intentaron dejar de lado todo tipo de tensión que haya existido entre el presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández.
Con la Casa Histórica como escenario, el mandatario encabezó un discurso que tuvo referencias contundentes para sus adversarios políticos, pero sobre todo hizo un llamamiento al consenso con voz pausada y tono conciliador. En esta misma línea, el presidente de la bancada del FdT en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, aseguró que las palabras del titular del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) remarcaron el clima evidenciado en esta jurisdicción del noroeste argentino. “Fue un gran discurso donde dejó en claro que la gran división es entre quienes queremos, con aciertos y errores, resolver los problemas y los que buscan sacar rédito de esos errores”, manifestó el legislador a LA GACETA y remarcó que el llamamiento realizado por Fernández “va muchos más allá de la interna” de la coalición gobernante. “Leer lo que dijo el Presidente en clave de vida interna del FdT es achicar el discurso porque el llamado fue para todos los espacios. Obviamente, siempre ayuda tener una convivencia armónica entre nosotros”.
Antes de retirarse del solar donde se declaró la independencia hace 206 años, el ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Julián Domínguez, se mostró consustanciado con lo expresado por Fernández en relación a la importancia de “derrocar los muros que se levantan” para evitar la unidad de todos. En relación a esto, el integrante del gabinete nacional prefirió no inmiscuirse en las cuestiones intestinas del espacio político y aseguró que tanto el Presidente como la Vicepresidenta convocan a su equipo “a romperse el alma por el crecimiento del país”.
Por su parte, el senador nacional por Tucumán Pablo Yedlin destacó que el primer mandatario haya convocado a la unidad basándose en la historia del país y comparando algunos hechos acontecidos en 1816 con la actualidad. En relación al llamado a la unidad celebró que ese mensaje haya llegado desde ambas partes de la coalición y auguró que eso se “concrete en el día a día de la gestión de gobierno”.
Respaldo norteño
Alberto Fernández se fue de Tucumán con algo más que fotos de su presencia en la Casa Histórica o en la entrega de viviendas que encabezó en Manantial Sur. Se llevó a Casa Rosada el respaldo de gobernadores que se comprometieron a acompañarlo en las decisiones que tome. El primero de ellos fue Osvaldo Jaldo que en su discurso no dudó en garantizarle el apoyo de la provincia “en las decisiones institucionales y políticas” que asuma. En este sentido, lo siguió el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien aseguró a este medio que en el oficialismo empezó una etapa nueva de consolidación propia “para consolidar al pueblo argentino y llevarlo al sendero del crecimiento y el desarrollo”. Finalmente, el dirigente riojano se sumó a la convocatoria del Presidente para “alcanzar un equilibrio en la distribución de las utilidades y las riquezas que se producen a lo largo y ancho del país pero las capitalizan y usufructúan unos pocos”.